El titular del juzgado de los Penal número 9 de Málaga ha ratificado el acuerdo alcanzado este lunes entre los padres de Julen, el niño que hace un año murió al precipitarse por un pozo de más de 100 metros de profundidad, y el propietario de la finca en la que sucedieron los hechos, único acusado en la causa.
El dueño de la finca de Totalán acepta la pena impuesta, aunque no ingresará en prisión si cumple una serie de requisitos, y pide perdón a los padres del niño fallecido.
El acusado reconoció su culpabilidad en el «homicidio con imprudencia grave» y la pena quedó fijada por el magistrado: Un año de prisión y algo más de 843.000 euros es lo que tendrá que pagar David Serrano por la muerte del pequeño en su parcela de Totalán.
El acusado, en sala, ante el juez y dirigiéndose a los padres, ha pedido perdón porque “en ningún momento quise que le pasara nada al niño”.
Una vez concluida la vista, y a las puertas de la Ciudad de la Justicia de Málaga, Serrano ha manifestado que “condena es la que voy a llevar de por vida, no la que ha dicho el juez”. “Jamás he querido que a ese niño le pasara nada”, ha reiterado