El documento base de confluencia de Izquierda Unida, Sumemos, Equo, e independientes fundamentan sus propuestas de modelo de territorio, por en la premisa de “pueblos dignos, bien equipados, limpios y habitables, con una planificación urbanística orientada a mejorar la vida de la gente y no a hacer negocios privados a costa del patrimonio, el medio ambiente y el espacio público de los veleños y las veleñas”.
Así lo ha puesto en valor en rueda de prensa el coordinador de la asamblea local de IU y miembro de la candidatura, Domingo Poyato: “El urbanismo sostenible y feminista que desde esta confluencia promovemos centra la concepción del municipio en el uso que se hace de los espacios públicos en una sociedad en la que el protagonismo lo toma la persona y en los planteamientos ecologistas que planifican medidas para la lucha contra el cambio climático y la desertificación del territorio”
Así, como premisas base, el urbanismo se aborda en el programa de confluencia desde la gestión de sociedades diversas y complejas dentro de pueblos y barrios; municipio de pueblos consolidados, ciudad de barrios: incluido el gobierno descentralizado y la protección de la identidad histórico estética de la ciudad. Ciudad de cortas distancias, con acceso a todas las redes de infraestructuras y servicios a pie o en bicicleta. Municipio bien comunicado.
Es fundamental en esta concepción del territorio resolver la movilidad para hacer un municipio lo más igualitario posible, donde los barrios y los pueblos cuenten con las infraestructuras y servicios adecuados para evitar el fenómeno, que ya empieza a ser grave, de desplazamiento y aglomeración en las zonas del litoral y de despoblamiento de nuestros pueblos de interior.
Como formación de izquierdas y ecologista, estamos en contra del actual modelo, basado aún en la especulación y el beneficio rápido a costa del ladrillo. Ése es un modelo caduco que ha contribuido a llevarnos a la crisis y que amenaza con volver.
En el caso del Centro Histórico de Vélez, uno de los principales retos, la colaboración entre administraciones y privados y la participación ciudadana en las actuaciones deben ir de la mano para el desarrollo de un Plan de rehabilitación y readaptación de las viviendas existentes y la recuperación, protección y promoción del patrimonio histórico, que llevará consigo el desarrollo de formas especiales de alojamiento hotelero, junto al despegue de Las Claras en su uso educativo, generarán una dinámica de reactivación global.