El frío fue protagonista en la mañana del domingo en Maracena. Hasta esta localidad granadina viajó el Vélez Club de Fútbol, que se medía al conjunto local en otra mañana para olvidar. Y lo fue porque al equipo de Lucas Cazorla lo ha mirado un tuerto. No hay otra explicación.
El choque, que debía servir para que los de la Axarquía se reencontrasen con la victoria, resultó ser un nuevo fiasco para un equipo que no pudo con el Maracena, lo intentó poco y terminó dándole alas para seguir luchando por salir del descenso.
Los tres puntos se quedaron en la provincia de Granada tras otro mal partido. No sale el Vélez de su averno particular y lo demostró este domingo poniendo sobre la mesa todas sus carencias. Lo hizo en una primera mitad mala, donde Iván tuvo que ser de nuevo el salvador de un equipo que estuvo a punto de ponerse por detrás en los primeros compases.
Las ocasiones en los primeros cuarenta y cinco minutos fueron escasas. Y la tuvo el Vélez con cuentagotas, pero sigue negado de cara al gol. El Maracena, por su parte, llegó vivo al descanso con el cero a cero, guardando la sorpresa para la segunda parte.
Hablamo del uno a cero, que llegó en el minuto 58’ por medio de Jordi, que batía por bajo a Iván y ponía el choque cuesta arriba para los veleños. Ni siquiera Emilio Guerra, que volvía tras su lesión, pudo batir al meta local. Y es que cuando no está de entrar el balón, es que no lo está.
Finalmente, uno a cero y oportunidad fallida para los veleños de volver a la senda de la victoria. Se alargaña crisis del equipo y se espera una reacción que pueda revertir la mala situación del equipo en liga, donde además de descartar el objetivo de sitúa en una dinàmica muy peligrosa.