
Esta temporada, todo ha sido distinto. Con la innegable preocupación, allá por los meses de noviembre y diciembre, el Vélez ha sido capaz de mantener el bloque y de fichar parte de lo necesario para afrontar con garantías la segunda parte de la campaña. Un mérito que tiene un responsable, Lucas Cazorla, máximo valedor de la plantilla y baluarte negociador a la hora de mantener el grupo intacto tras el bache invernal. Y no era fácil convencer a los jugadores de que su mejor destino era el Vélez. De hecho su principal figura, Emilio Guerra, estuvo a punto de marchar hace unas semanas; con todo hablado y buenas ofertas sobre la mesa, hizo caso al míster y se mantuvo cerca de casa, en equipo, que de momento le necesitaba para terminar de dar forma a un proyecto que comenzaba el pasado verano. Otros como el granadino David Moreno también ha estado en el punto de mira de distintos equipos, aunque finalmente dieron preferencia a un Vélez que, esta vez sí, hizo bien los deberes.
Toca ahora la difícil situación de afrontar con garantía y seriedad la segunda vuelta del campeonato. Viene lo complicado, lo duro, ante rivales que van a apretar para terminar entre los cuatro primeros.
Madre mía q desinformacion, no se puede decir esas cosas cuando el máximo valedor de que no se haya ido nadie es el club, demosle los méritos que se merece porque para quitárselos somos buenos