Como ocurre con los coches, el mantenimiento preventivo es la mejor forma de evitar que se presenten averías en las embarcaciones. Sin embargo, lo cierto es que, sin que se sepa muy bien el motivo, quienes poseen una pequeña lancha o embarcación de recreo suelen prestar menos atención al mantenimiento de esta que al de su vehículo de cuatro ruedas.
Así que, si ese es tu caso, por cortesía de Náutica Falucho, te indicamos cuáles son las cuatro pautas básicas a seguir para que mantengas tu embarcación en buen estado y evites averías, especialmente cuando no la usas (cosa más que habitual durante la temporada invernal y meses adyacentes).
1. Revisa el motor periódicamente
Es conveniente que periódicamente revises el estado de las bujías. También debes comprobar el nivel de aceite, en caso de que tu motor no funcione con la habitual mezcla de combustible y lubricante. En ese caso, también es recomendable que procedas a cambiar el aceite y el filtro de aceite cada 100 horas de navegación o una vez al año, si en ese período no llegas a usar la embarcación durante 100 horas.
Además, recuerda que en una lancha fueraborda es necesario proceder a invernar el motor, en caso de que no vayas a utilizarla durante la estación invernal. Si no sabes cómo hacerlo, en este artículo de Ideasde10 te explican con todo detalle cómo se inverna el motor fueraborda de una embarcación.
2. Limpia a menudo el casco y la hélice
Elimina frecuentemente la suciedad, el óxido, las algas y los moluscos de la hélice y de la obra viva (la parte del casco que está habitualmente sumergida).
Estas incrustaciones provocan, además de un mayor consumo y de pérdida de rendimiento, que el motor se vea sometido a un sobreesfuerzo permanente, lo que a la larga puede derivar en avería.
3. Comprueba la batería y el sistema eléctrico antes de salir a mar abierto
Antes de salir del pantalán, cerciórate siempre de que la batería está cargada. Además, comprueba todo el cableado y las conexiones eléctricas: la combinación de humedad y salitre provoca que esos elementos se oxiden y corroan con suma facilidad.
4. Haz lo mismo con los equipos de comunicación, localización y señalización
Esos equipos no provocan averías de motor. Pero cualquier pequeño incidente en mar abierto, como pueda ser un fallo de la batería, puede convertirse en una avería irreparable si por causa del incidente se daña la embarcación o se produce un naufragio, cosa que puede ocurrir si no dispones de los medios para solicitar ayuda rápidamente. Por tanto, comprueba el funcionamiento de la radio y del GPS antes de hacerte al mar.
Lo mismo puede decirse de las bengalas y la bocina, que resultan imprescindibles en caso de incidencia marinera con niebla densa o en horario nocturno. Si sigues todos estos consejos, podrás prevenir la mayor parte de las averías y, caso de que se presente alguna, impedir que esta provoque males mayores.
Y si tienes alguna duda, precisas consejo profesional, o necesitas repuestos y accesorios para tu velero o lancha, no dudes en contactar con Náutica Falucho, sinónimo de experiencia, calidad y precio competitivo.