Cómo cuidar la planta de cannabis

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El mundo del cannabis ha tomado especial relevancia en los últimos años.
Lo primero que tenemos que plantearnos es dónde vamos a plantar nuestras semillas.
  • El mundo del cannabis ha tomado especial relevancia en los últimos años. Tanto es así que las plantaciones para consumo propio, y siempre amparadas por el marco legal, se han convertido en una creciente afición. 

    A priori, y gracias a su buena predisposición, es relativamente sencillo cultivar marihuana en casa. Una buena semilla, como la jack herer auto, es la base principal. Sin embargo, es fundamental ofrecerle ciertos cuidados. ¿Quieres conocerlos?

    Primeros pasos para evitar fallos

    Lo primero que tenemos que plantearnos es dónde vamos a plantar nuestras semillas: en interior o en exterior. Dependiendo de nuestra elección, los cuidados serán ligeramente distintos, aunque el resultado sea el mismo.

  • En segundo lugar, debemos elegir las mejores semillas. Dirigirnos a un establecimiento especializado es la mejor opción. De igual modo nos ofrecerán los elementos que vayamos a necesitar: tierra adecuada, abono o fertilizantes.

    Una vez tengamos claras nuestras ideas, es el momento de ponernos manos a la obra, o mejor, manos a la siembra.

    Cuidando todas las etapas de su desarrollo

    Todos los seres vivos necesitamos ser cuidados durante todas las etapas de la vida, aunque en cada una de ellas, se precisa una atención diferente. No es lo mismo el periodo de germinación, de crecimiento o de maduración. Los nutrientes de la tierra, la necesidad de agua o el efecto de la luz son determinantes para un perfecto desarrollo.

    Los primeros días son cruciales para que nuestra planta pueda alcanzar todo su esplendor. Es el momento de más vulnerabilidad, por lo tanto, debemos ser especialmente cuidadosos. Colocar la semilla en un tiesto suficientemente amplio para que pueda extender sus raíces y en una tierra o sustrato que contenga nutrientes apropiados para su nacimiento. Es también crucial llevar cuidado con el riego, la tierra debe estar húmeda, pero sin que se formen charcos. 

    La etapa de crecimiento es cuando vamos descubriendo que nuestra planta da señales de empezar a florecer. Los cuidados y mimos serán los mismos, aunque es el momento de abonar y fertilizar. Son muchos los fertilizantes que se encuentran en el mercado, pero los más adecuados son los específicos para la floración. Durante este periodo necesitará unas 18 horas de luz.

    La etapa final es también conocida como la de engorde. Es la que sucede tras formarse el cogollo. En ese momento tendremos que utilizar un fertilizante adecuado para ello. A partir de la floración, suele estar lista para el consumo entre 8 y 16 semanas. Antes de la recolección conviene que observes el color de la resina, debe ser oscuro. Durante este periodo la iluminación debe ser 12 horas de luz y otras 12 de oscuridad.

    Pequeños trucos para su cuidado

    La iluminación es fundamental para el óptimo crecimiento de la planta de cannabis. Si está en exterior, no hay problema, pero si se cultiva en interior debemos tener una luz constante sobre ella, aunque controlando el calor que pueda recibir. Un exceso de temperatura podría ser fatal. La distancia entre el foco de luz y la planta podría ser de unos 45 centímetros y la hoja de cannabis no debe superar los 27 °C.

    La elección del agua también es importante. No es aconsejable utilizar agua embotellada, mejor la del grifo, aunque deberás controlar el pH. Un buen sistema es almacenar el agua un día antes para que el cloro se evapore.

    Mimos, cuidados esenciales y paciencia. Aquí está la clave de todo, querer que nuestras plantas de cannabis nos ofrezcan con rapidez su fruto es llevarlas a un estado de ansiedad que no les favorece. Así que lo mejor es dejar que la propia naturaleza siga su curso.

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