La xenofobia es esa aprehensión irracional hacia personas que no comparten contigo el gentilicio. En realidad tiene sus raíces en el miedo a lo distinto a lo diferente. La buena noticia es que existe un efectivo antídoto, que si bien puede resultar algo oneroso, se puede resolver con un préstamo pequeño de dinero (små lån penge).
En general la xenofobia puede estar más arraigada en personas con poco roce social, y uno de los antídotos más efectivos que podemos aplicar es viajar. Conocer el mundo y su gente abre los panoramas del entendimiento como ninguna otra cosa.
Se puede decir que la conducta xenófoba guarda relación con el racismo, pero esta da un paso más allá al provocar un rechazo visceral por personas que no sean autóctonas del lugar, aunque físicamente parezcan de la misma procedencia.
Puede esconder miedos e inseguridades
Al recorrer el mundo podemos percatarnos de que la humanidad es una y que todos perseguimos objetivos similares. Esto es una experiencia que vence las barreras que puede haber entre personas de distintas naciones.
Siempre asumiendo que nos relacionemos con personas honestas y de buen proceder, nuestra experiencia en otros países nos confirmará aquello de que en todas partes se cuecen habas, permitiéndonos conectarnos compasivamente de mejor manera con los demás.
Sobre todo experiencias de viajes de aventura –tipo mochilero– pueden ponernos en contacto con personas con las cuales compartimos muchas cosas, a pesar de vivir más allá de nuestras fronteras.
Hacer viajes a destinos percibidos como exóticos para nosotros puede ser una gran terapia para erradicar la xenofobia. Si bien las tradiciones y culturas de los pueblos pueden establecer marcadas diferencias, si nos tomamos el tiempo para compartir lo suficiente con los lugareños, caeremos en cuenta de que lo esencial de la cualidad humana está presente e intacta.
Aparte del miedo a lo distinto, otro motivo para sufrir de xenofobia puede ser el tener la creencia de ser superior a los originarios de otras naciones o pueblos. Cada país tiene sus condiciones socio-económicas y ocupan distintos lugares en el ranking de desarrollo mundial; sin embargo, todos estamos en la búsqueda de objetivos comunes.
La condición de extranjero no descalifica
Las características que son rechazadas por el xenófobo no son exclusivas de personas extranjeras. Por ejemplo, este puede desdeñar o repudiar a alguien por su falta de educación, y generalizar aplicando ese estigma a todos los que provengan de ese mismo país.
Lo que no entiende es que en su propio territorio puede encontrar compatriotas que reproduzcan esos comportamientos que rechaza en los extranjeros. La condición de extranjero no debe ser lo determinante para aceptar o rechazar a alguien. La conducta debe privar sobre el color del pasaporte.
Aunque ya incluso hay naciones con leyes que impiden conductas xenófobas y el mundo en general ha avanzado bastante en su historia reciente en este sentido, todavía queda un trecho que recorrer. Mientras tanto, la recomendación es solicitar un préstamo de consumo con baja tasa de interés (forbrugslån med lav rente) y salir a recorrer el mundo.