El pleno de constitución de la nueva corporación provincial ha elegido como presidente a Francisco Salado, que seguirá al frente de la Diputación de Málaga durante los próximos cuatro años.
En su discurso de toma de posesión, Salado ha afirmado que la gestión del agua es el principal reto al que se enfrentará en los próximos años la provincia de Málaga, “que debe ser un referente internacional en sostenibilidad”. Además, ha señalado la movilidad como el otro gran desafío que debe afrontar la provincia. El presidente ha señalado que el objetivo es destinar al menos 50 millones de euros cada año a inversiones y actuaciones para “luchar contra la sequía y para optimizar los recursos hídricos”Una de las primeras medidas del nuevo mandato será encargar un estudio para la implantación del tratamiento terciario y el consiguiente aprovechamiento para riego agrícola de las aguas recicladas en las depuradoras del Consorcio Provincial del Agua.