La Diputación de Málaga ha ofrecido las instalaciones de sus residencias en los centros de La Térmica y La Noria al Gobierno de Ucrania para acoger a los ciudadanos ucranianos a los que la invasión de su país ha sorprendido en España y ahora no pueden o no quieren regresar, así como para atender a refugiados y niños a los que haya que evacuar.
El presidente, Francisco Salado, mantuvo una conversación telefónica con la cónsul del país en la provincia, Svitlana Kramarenko, para trasladarle la solidaridad de los malagueños, y en los próximos días mantendrán una reunión presencial para definir líneas de colaboración urgente. Salado ha condenado la agresión a Ucrania, país que cuenta en Málaga con una colonia de 11.500 ciudadanos residentes, y ha afirmado que la invasión rusa “es un atropello contra los derechos humanos, al derecho internacional y un ataque brutal y sin sentido”.