
La producción La ternura, de Teatro La Ciudad y Teatro la Abadía, ha sido una de las triunfadoras de los premios Max de las Artes Escénicas junto al espectáculo de danza ‘Grito pelao’ de la compañía de la torreña Rocío Molina. La gala se ha celebrado en el Teatro Calderón de Valladolid por primera vez en su historia.
La bailaora de Torre del Mar no pudo acudir a la gala por estar en Francia de gira con ‘Caída del cielo’. En su lugar, recogió el galardón Carlos Marquerie, responsable de la dramaturgia y de la dirección artística junto a Molina y Silvia Pérez Cruz.
En nombre de la ‘danzaora’, Marquerie dedicó el Max al origen y razón de este espectáculo, la hija de Molina: “Por Juana, por su larga vida”. Porque si el teatro siempre es efímero, “el día que moría ‘Grito pelao’ empezaba el nacimiento de Juana”.
Rocío Molina se reafirma así como una de las bailaoras españolas más sobresalientes de su generación.
Grito pelao, el desgarrado baile a la maternidad en solitario de la bailaora de Torre del Mar Rocío Molina, se ha coronado con dos “manzanas” al montaje de danza y a la composición musical, que ha recogido la cantante Silvia Pérez Cruz. La artista ha trabajado codo con codo con la “danzaora” (que suma seis max en su larga carrera) y que no ha asistido a la ceremonia pero ha dedicado el premio “a todas las madres”.