En líneas generales, la disfunción eréctil se asocia con un problema que va ligado a la edad, sobre todo después de que el hombre supera los 60 años. Sin embargo, la ciencia ha descubierto otras causas que están muy vinculadas a este padecimiento y que son posibles de tratar.
Cuando un hombre no tiene la capacidad suficiente para tener una erección durante el período que dura una relación sexual, de forma constante, se dice que padece de disfunción eréctil o impotencia.
Este tipo de problemas no solo tienen su correspondiente dificultad física. También genera daños de tipo psicológico porque las relaciones sexuales son parte intrínseca de la vida adulta. Además, son necesarias para el buen funcionamiento del organismo, sobre todo en los hombres.
Existen en el mercado alternativas para hacerle frente como la levitra, que es posible de obtener en una farmacia registrada. Su función principal es mantener un flujo sanguíneo constante hacia el pene, para que se pueda llevar a cabo un acto sexual de forma saludable.
Además, es segura de utilizar cuando existen otras condiciones médicas. Y, al momento de consumir, tiene un período de duración de 5 horas, por lo que no habrá excusas para no dar satisfacción al propio cuerpo y al de la pareja.
Las emociones
Las emociones forman parte intrínseca del ser humano. A través de ellas evidenciamos lo que estamos sintiendo y lo que nos motiva a ejecutar uno u otro acto.
Por esta razón, tienen un papel determinante en la vida de las personas y su comportamiento, pudiendo influir en cambios en la forma de actuar del organismo.
Pues bien, cuando las emociones no son saludables, sino que están siendo influenciadas por problemas de baja autoestima, depresión, molestias, o miedo, entre otros, una correcta erección puede verse comprometida.
La actividad física
Dentro de los hábitos para mantener una vida saludable, la práctica de actividad física es una de las protagonistas. Por ello, puede traer una importante contribución al buen desempeño sexual.
No obstante, hay que estar atentos con las lesiones que ocurren en la parte inferior del cuerpo, ya que estas pueden generar un impacto sobre la efectividad de una erección.
La toma de medicamentos
Existen muchos medicamentos que tienen efectos secundarios y cuando se toman una gran cantidad, de distintos tipos y de forma regular, puede conducir a sufrir de problemas de disfunción eréctil.
Esto se ocasiona porque muchos de ellos son capaces de alterar los nervios, el comportamiento de las hormonas y hasta el flujo sanguíneo.
Por esta razón, si se considera que el problema presentado es originado por alguna de estas causas, lo mejor será realizar una visita al médico de cabecera y comentarle (sin temor) el problema presentado. De esta forma, él podrá tomar la decisión que considere más apropiada para el caso.
Las condiciones de salud
Hay varias enfermedades que guardan relación con la disfunción eréctil. Uno de los principales está asociado a las afecciones del corazón, ya que es el órgano protagonista en el mantenimiento de un buen flujo sanguíneo a todas las áreas del cuerpo.
La arteriosclerosis, por ejemplo, genera un estrechamiento de los vasos sanguíneos, lo que por supuesto puede ser un detonante para que la impotencia haga acto de presencia.
Sin embargo, las cardíacas no son las únicas condiciones de salud asociadas, pues existen estudios que revelan que la disfunción también puede verse originada por otras enfermedades como las renales o la diabetes.
El estilo de vida
Mantener un estilo de vida alejado de los hábitos saludables durante muchos años traerá sus consecuencias. Estas pueden estar vinculadas a distintas áreas del cuerpo donde manifestarse y una de ellas es, evidentemente, el acto sexual.
Para prevenir problemas, es mejor evitar el tabaquismo, la mala alimentación, el alcoholismo, etc.
Si en este momento estás sufriendo disfunción eréctil, ya te hemos planteado una solución. Sin embargo, también es recomendable realizarse un chequeo médico respectivo a fin de determinar el origen y verificar que no se genera otro tipo de daños sobre el cuerpo.
