La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo ha fallado este martes quesean los clientes quienes asuman finalmente el pago del impuesto sobre actos jurídicos documentados (impuesto sobre hipotecas).
Por 15 votos a 13, el Supremo reestablece el criterio aplicado en los últimos 20 años y vuelve a situar el coste en el bolsillo de los compradores. Un fallo que sale por la mínima y cuya argumentación no se conocerá hasta dentro de unos días.
Así termina el debate abierto en Alto Tribunal cuando el presidente de la Sala decidía revisar el criterio de la sección que se ocupa de las materias tributarias, por suponer un giro jurisprudencial con enorme repercusión económica y social.