
A pesar de ello, los axárquicos no tiran la toalla y guardan esperanzas de que la nueva estructura de las distintas ligas le permita jugar en Segunda, como ya ocurriera la pasada campaña.
Todo queda ahora en manos de la federación y de los distintos equipos, que plantearán el futuro deportivo de la próxima campaña y su salida o no en una categoría federada.