Enfrascados en los juegos de tronos particulares, los partidos diseñan sus estrategias para salir del embrollo de un país sin gobierno. Todos insisten en sus comparecencias públicas en que ninguno de ellos contempla, ni por asomo, la celebración de unas terceras elecciones, pero al mismo tiempo, ninguno de ellos hace nada que desbloquee la actual situación. Así que hemos de comenzar a pensar muy en serio en la posibilidad de la celebración de las tan indeseadas terceras elecciones.
Rajoy y el PP marcan los tiempos, teniendo en sus manos con la Presidencia de la Cámara, la fijación de la fecha del posible pleno de investidura. Aquellas prisas que le metieran al PSOE de un plazo máximo de quince días para someterse a la investidura, parece que no van con ellos
Rajoy y el PP marcan los tiempos, teniendo en sus manos con la Presidencia de la Cámara, la fijación de la fecha del posible pleno de investidura. Aquellas prisas que le metieran al PSOE de un plazo máximo de quince días para someterse a la investidura, parece que no van con ellos. La jugada de Rajoy puede estar mucho más cerca de celebrar la primera sesión del pleno de investidura para el 4 de Octubre y la segunda el 6 de Octubre. Viendo las posiciones “firmes” de Ciudadanos en no pasar de la abstención y de la negativa del PSOE y Podemos, parece que la investidura será fallida, pero el reloj comenzará a contar a partir del 4 de Octubre.
Durante esos dos meses, hasta el 4 de Diciembre, Rajoy podría volver a intentarlo o incluso Pedro Sánchez si logra vencer en el gallinero socialista del Consejo Federal y su periferia de opinantes. En caso de fracaso de cualquiera de los dos hasta primeros de diciembre, las terceras elecciones podrían celebrarse muy posiblemente en la primera semana de febrero de 2017.
A Rajoy le interesa esperar para su primera sesión a que se hayan celebrado las elecciones gallegas y vascas, reforzará su peso en Galicia y podrá negociar con mayor fuerza con el PNV sin la presión electoral en sus discursos de campaña. Sabe, además, que un alejamiento de la primera sesión deteriora a los socialistas, dando pié a un mayor número de debates y posiciones internas encontradas, intentando desestabilizar y culpar al PSOE de la convocatoria de las terceras elecciones.
Así que , visto lo visto, no debemos descartar para nada esas terceras elecciones, mas bien, deberíamos ir preparándonos para ese escenario y afilar las papeletas para volver a votar en febrero del año próximo. Seremos el hazmerreír de Europa y del mundo occidental, pero los patrocinadores de la Marca España estarán más que contentos porque todo el mundo hablará de nuestro país (aunque sea mal), lo que implica una campaña impagable para dar a conocer que España es diferente.