El mayor problema al que puede enfrentarse la brigada minera de Asturias desplazada a Totalán es la dureza del terreno, lo que podría retrasar el rescate y obligarles a usar algún explosivo, que les permitiría remover el terreno mediante microvoladuras.
Así lo ha asegurado a Efe el que fuera jefe de esta brigada entre 2005 y 2009, Santiago Suárez García, que a través de WhatsApp mantiene contacto con los brigadistas que el pasado martes se desplazaron hasta Totalán para ayudar en las labores de rescate del pequeño Julen.
La dureza y estabilidad del terreno marcarán el ritmo de avance de la Brigada de Salvamento Minero de Asturias que se encargará de conectar el pozo por el que cayó el pequeño Julen y el paralelo que se está excavando para llegar hasta el nivel en el que creen que se encuentra.