El padre del pequeño Julen, el niño atrapado en un pozo de Totalán, ha agradecido la ayuda para encontrar a su hijo. «Nunca he puesto en duda que los equipos estén trabajando, si me he quejado de algo es de que no han tenido medios en un primer momento», asegura.
«Estamos muertos, pero tenemos un ángel que va a ayudar a que salga vivo de ahí», ha asegurado, en referencia a su otro hijo, fallecido cuando apenas tenía tres años.