
La Policía Nacional detuvo este pasado domingo a dos individuos en la localidad malagueña de Torremolinos. Se trataba de dos jóvenes que horas antes habían asaltado una vivienda de la localidad, amenazando a sus ocupantes por un supuesto intercambio de drogas, y sustrayendo dinero y joyas. En el momento de la detención, los presuntos responsables sacaron una katana y un estilete, con los que atacaron repetidas veces a los agentes, llegando estos a tener que hacer uso de su arma reglamentaria.
Todo comenzó con la entrada de los dos individuos, un español de 36 años y un senegalés de 30, en una vivienda de la localidad de Torremolinos (Málaga). Los hombres se presentaron con la cara tapada con pasamontañas y portando sendas katanas, con las cuales amenazaron a los ocupantes de la vivienda, entre ellos varios menores. Los asaltantes iban a la vivienda en busca de otra persona que no se encontraba allí, al parecer por asuntos de intercambios de intercambio de drogas. Destrozaron la vivienda, registrándola durante casi dos horas y finalmente se llevaron 700 euros en efectivo, así como varias joyas y un teléfono móvil.
Ese mismo día, regresaron a la vivienda varias horas más tarde, encontrándose allí la persona a la buscaban. Sin embargo sus ocupantes consiguieron encerrarse dentro del domicilio, dejando fuera a sus atacantes, y llamaron de inmediato a la Policía, lo que hizo que los dos individuos emprendieran la huída.
Alertadas las patrullas de Policía Nacional y Policía Local de Torremolinos, realizaron varias batidas por la zona hasta que localizaron a los sospechosos en un bar de la avenida Carlota Alessandri. Los agentes trataron de hacer salir del local a los dos individuos para proceder a su detención, pero estos reaccionaron de forma violenta: uno de ellos sacó una katana y un estilete, con los que trató de alcanzar a los policías, mientras el otro amenazaba con hacer uso de una pistola. Ya fuera del local, en la zona del aparcamiento, ambos jóvenes atacaron a los agentes repetidas veces, haciendo uso de las armas blancas que portaban con las que llegaron a autolesionarse. Finalmente, uno de los agentes tuvo que hacer uso de su arma reglamentaria, realizando un disparo que no llegó a alcanzar a ninguna persona, momento que aprovecharon el resto de policías para reducir a los dos presuntos delincuentes.
El enfrentamiento se saldó con cuatro agentes de Policía Nacional y uno de Policía Local heridos leves, y el traslado de uno de los detenidos al Hospital Clínico de Málaga debido a los cortes en el cuello y la cara que él mismo se había infligido. Este se encuentra aún hospitalizado por lo que será trasladado a prisión en cuanto reciba el alta, ya que el Juez ha decretado prisión provisional para ambos detenidos.