Dos victorias consecutivas saben a dulce. Han evadido de la realidad al aficionado veleño y han hecho creer al personal, o parte de él, que todavía es posible. Pero, ¿realmente tiene opciones el Vélez de meterse entre los cuatro primeros? Matemáticamente sí, aunque con muchos ‘peros’. Veinte punto separan al equipo de Lucas Cazorla de cuarto clasificado, el Motril. Todo eso sin contar a los que andan por medio, que son otros tantos y con las mismas aspiraciones que los de la Axarquía.
La siguiente oportunidad será este próximo fin de semana en el Vivar Téllez, ante el Antequera, otro hueso y a la vez examen de un Vélez que tiene que dar un paso adelante si no quiere tirar a la basura de manera definitiva esta temporada
Volviendo al optimismo y creyéndonos la panacea tras lo de El Palo, tenemos que pensar que el Vélez lo va a ganar todo, o casi, hasta la jornada 42 de liga -estamos en la 29-. Eso supondría un total de treinta y nueve puntos más de los que tiene ahora mismo. Es casi el doble de la distancia que a día de hoy les separa al Vélez del cuarto clasificado, por lo que la matemática, de momento, está a nuestro favor.
Está claro que el Vélez no depende de si mismo, pero necesita ir partido a partido y pensar que cada victoria son tres puntos menos que se recortan de donde queramos creer. Serán tres menos que al final no nos terminarán haciendo falta porque ya están en nuestro casillero. Obviamente y pensando de nuevo en lo mejor que le pueda pasar al equipo, hay que esperar el tropezón de los de arriba, que por experiencia debe de llegar.
Así pues, todo pasa por seguir ganando. Pasa por confiar en las posibilidades reales, en que salga todo según lo esperado y en que haya gol, que es la base de todo esto. La siguiente oportunidad será este próximo fin de semana en el Vivar Téllez, ante el Antequera, otro hueso y a la vez examen de un Vélez que tiene que dar un paso adelante si no quiere tirar a la basura de manera definitiva esta temporada.