Este martes fue algo similar en intensidad, en juego y sin el factor campo en el bolsillo, lo que elevó a la categoría de suplicio el encuentro disputado en el día de Todos los Santos.
Aloisio conoce al Vélez, aunque mucho mejor conoce a los suyos. Y por eso no puede dejar de gritar un solo minuto desde la banda. Recuerda al caso de Loren, al que también le hierve la sangre desde el banquillo y estimula cada segundo para que los suyos entren al campo a morder, sin un momento de relajación en una disciplina asemejada al tabata que termina dejando sin aliento a los futbolistas.
Por eso el Vélez, que por nombres tiene jugadores de mayor nivel que su rival, salió más metido en el partido. No más intenso, pero sí con la idea clara de hacer el primer gol cuanto antes. Ese era el plan y casi resulta, aunque en esta ocasión fue el larguero, que también juega, quien repelió el disparo de Jesús para que el partido tomara otros derroteros. Porque ese uno a cero hubiera pesado mucho a los locales, aunque terminó pasando factura a un Vélez que no olvidará esa ocasión malograda.
Minutos después la volvió a tener en la figura de Nacho; habitual al remate, brindó un cabezao que olía a gol pero que terminó alto, ejemplificando el dominio del equipo visitante ante un River Melilla que tuvo sus ocasiones, su llegada pero que seguía estando un peldaño por debajo del Vélez, que de la mano de Loren seguía implicado en la búsqueda del primer gol del partido.
Antes del descanso, el Vélez tuvo la más clara del partido. Mano a mano de Saam con el meta local que no acertó a rematar entre los tres palos, lo que desesperó a toda la expedición veleña y terminó casi con la paciencia del técnico del Vélez. Había pasado más de media hora de partido y los axárquicos mandaban en ocasiones.
El gol
Pero ya se sabe en estos del fútbol que quien perdona lo termina pagando. Nunca una máxima se le hizo más cruda al equipo blanco, que vio como antes del pitido del árbitro se iba a poner por delante su rival. Manolo, que había sido hasta el momento uno de los futbolistas más activos del River Melilla, tiraba un pase magistral para habilitar a Meyid, que se plantaba ante Reina para batirlo de disparo cruzado. Gran definición para el que a la postre sería el único tanto del partido.
Porque la segunda parte ya sería otra historia. El conjunto local tomó más protagonismo y al Vélez comenzaron a faltarle las fuerzas. Y es normal, puesto que en apenas cuarenta y ocho horas estaban disputando su segundo partido a domicilio.
Manolo Reina, que con contadas excepciones había tenido el trabajo justo durante el encuentro, comenzaba a tomar protagonismo con los numerosos acercamientos de los locales, que buscaban el segundo tanto.
El Vélez, por su parte, tuvo que cambiar la opción de juego, poniendo sobre el césped de la Espiguera a Arturo, ‘Pulga’ y Emilio Guerra, que saltaba desde el banco por una sobrecarga en el gemelo que le impidió ser titular. Esto dio un poco de oxígeno al plantel, contando con una nueva cara y de nuevo ocasiones que podrían haber cambiado el desenlace del encuentro.
La más clara la tuvo Guerra, que le ganaba la espalda a Ibra y disparaba alto. Fue entonces cuando el Vélez comenzó de nuevo a coger las riendas del choque, aunque con algo menos de claridad en su llegada. En esta línea, la última que tuvo vino de balón colgado al área local, que no tuvo rematador. El uno a cero fue inamovible e hizo del Vélez un rival abatido por el cansancio físico y moral tras contar con la segunda derrota en cuarenta y ocho horas.
El próximo domingo, en el Vivar Téllez, el Almería debe ser el bálsamo para acabar con esta sequía que está poniendo en tela de juicio el objetivo marcado a comienzos de campaña.
FICHA TÉCNICA DEL PARTIDO
River Melilla C.F.: Aomar, Eloy, Meyid, Ibra, Fatah, Borja López, Brahim, Sidi, Pelu (Chivi 57′), Hamin (Bilal 78′) y Manolo (Javi Rosa 65′).
Vélez C.F.: Reina, Damián, Francis Morales, Mauro, Kiki, Nacho (Arturo 59′), Saam (Álex “Pulga” 65′), Dani González, Miguel Ballesteros, Barba y Jesús Díaz (Emilio Guerra 54′).
Goles: 1-0 Meyid (41′)
Árbitro: Francisco José Fernández Cintas (Almería). Amonestó por los locales a Meyid, Amin y Sidi. Por los visitantes a Mauro.
Incidencias: Estadio La Espiguera (300 espectadores).