
El debut en la capital de la Axarquía para el Club Baloncesto Vélez de la liga senior sub22 se saldó con victoria. Lo hizo ante Miramar de Torremolinos, en un partido que precisó de prórroga para conocer al vencedor.
Y eso que los veleños de Iván Muñoz dominaron el primer cuarto con una buena defensa de anticipación sobre el rival, ganando en el rebote y saliendo rápido al contraataque, pero sin mucho acierto cara al aro y errando en transiciones fáciles, lo que hizo que los malagueños se marcharon al final del cuarto a sólo dos puntos de Vélez (13-11).
La rotación de ambos equipos se notó en el segundo cuarto, siendo los visitantes quienes dieron la vuelta al encuentro, cogieron la manija del mismo y con un buen acierto desde el exterior, acompañado de una mejor defensa, endosaron a los veleños un parcial en este cuarto de 12-19, llegando al descanso con 25-30 en el marcador.
Tras el descanso, se repetía la tónica en el marcador.Los locales salieron peor y Torremolinos ponía puntos de por medio para alcanzar distancias en el marcador importantes como para pensar que el partido tenía un ganador claro. Pero el Club Baloncesto Vélez se sobrepuso y comenzó a carburar, tanto en ataque como en defensa, llegando a ganar el cuarto por 17-16.
Sólo cuatro puntos separaban a ambos equipos, siendo mejor en estos instantes el equipo de la Axarquía, que comenzó a jugar mejor y a hacer daño a su rival con buenas prenetraciones de Jaime y la manija de Gaspi y Juan Carlos que doblaban esfuerzos ante la lesión de Javi Jiménez. Por su parte, Carlos Pasión se hacía fuerte en la zona y volvió a ser importante junto a los puntos y rebotes de Antonio Guzmán, logrando alcanzar el empate a 62 al final de los 40 minutos para un parcial de 20-16 en este último cuarto.
La prórroga fue un suspiro y un marcador corto de 7-4 a favor del bando local decantaba el partido para los de Muñoz, que celebraban la victoria una vez que Torremolinos lanzaba sobre la bocina un triple muy lejano buscando la segunda prórroga pero que no entró y supuso el estallido de alegría para los jóvenes jugadores veleños.