La Real Federación Andaluza de Fútbol ha creado la figura del Defensor del Menor en el Fútbol, institución pionera en Europa en este deporte y con la que se desarrollan medidas para combatir y proteger posibles casos de violencia tanto físicas como verbales a menores de edad.
El presidente de la RFAF, Eduardo Herrera, comentó que esta nueva institución se creará “de inmediato, en esta misma temporada” y que se nombrará a la persona que ocupe el cargo en la próxima junta directiva de la territorial andaluza. Por el Defensor del Menor pasarán los expedientes que se abran en relación a la violencia sobre niños para que a su vez traslade los informes a los comités de disciplina e incluso al Defensor de Menor de la Junta de Andalucía y a la Fiscalía de Menores.
Herrera destacó que estará también preocupado por los distintos episodios que se producen con “la violencia de los padres por entender muy mal cómo se apoyan a los hijos” y afirmó que en algunos casos “cambian a los hijos por billetes”. En este sentido, recordó que la RFAF creó hace unos años la llamada ‘Escuela de Padres’, en la que se dan charlas formativas sobre la actuación de los progenitores con los hijos.
Destacó otra idea impulsada por la Territorial, vigente desde hace dos años, la ‘tarjeta verde’ que se le saca al jugador, técnico, empleado, aficionados o clubes se han significado durante un partido en un hecho relevante de juego limpio. Además, a estas iniciativas “se le ha dado una vuelta de tuerca más”, según el presidente, con otras que sirvan de medida disuasoria para evitar la violencia con el menor pero también sancionadora en una segunda acción si se produjera.
En el caso de los árbitros, todos lo menores de edad llevarán en sus camisetas durante los partidos un distintivo en el pecho con el lema ‘Árbitro Protegido RFAF: -18’, con lo que se hace ver al posible agresor que es un menor y que en el caso de agresión física o verbal ello le servirá a los comités de disciplina para aplicar el agravante sin que el agresor pudiese alegar que no lo sabía.
En el caso de los jugadores, la acción es aplicar una recompensa para aquellos menores a los que el árbitro le muestre la ‘tarjeta verde’, quienes al siguiente partido lucirán un brazalete con el lema ‘Jugador Fair Play’, que premia su labor y que portará como ejemplo para el resto de compañeros y rivales. Cuando jugadores de un club reciba tres tarjetas verdes durante una temporada obtendrá la acreditación de ‘Club Deportivo’ y cuando alcance las cinco será distinguido con el título de ‘Club Fair Play’ en la Asamblea de la Federación Andaluza de Fútbol.
La tercera medida está dedicada a los padres y a todos los aficionados que entren en una instalación deportiva donde haya menores en la práctica del fútbol. La RFAF distribuirá entre los centros deportivos un título de ‘Instalación protegida a los menores de edad’ para que sea expuesto a la entrada y en el interior de forma visible. De esta forma, todas las personas que accedan estarán avisadas de que cualquier abuso o agresión que se realice a un menor dentro de esa instalación conllevará consecuencias especiales de gravedad previa denuncia ante los juzgados.
Eduardo Herrera recordó que ya en las competiciones tuteladas por la territorial andaluza se puede sancionar con la pérdida de puntos por reincidencia en comportamientos violentos, al igual que también ya existe la suma de puntos en la clasificación por la consecución del ‘Premio al Juego Limpio’. El presidente de la RFAF apuntó a Efe que los clubes que se signifique cada campaña por el juego limpio tendrán “un premio económico, como puede ser pagarle los gastos federativos o facilitar material deportivo”.
“Que se vea que el juego limpio es rentable, no solo en lo deportivo también en lo económico”, subrayó Herrera, quien también tiene en estudio la creación “de lo que se podría denominar ‘Club Andalucía Limpia y Tolerante’, en el que ojalá entraran los ocho mil clubes andaluces federados”.