El Vélez Club de Fútbol sigue sacando fuerzas, suerte y fútbol de donde no esperaba a comienzos de campaña. Porque los papeles se le trastocaron al técnico en la primera jornada y todavía no ha recuperado un guión que funcionó con frescura ante El Palo y poco más. Y lo admitía Gálvez a este medio en la sala de trofeos de Huétor Vega, «el partido de El Palo ha sido el único que hemos podido trabajar con normalidad durante toda la semana».Este domingo, en Huétor Vega, el equipo tuvo dos caras bien diferenciadas; fue uno mientras duró la primera mitad y un otro muy distinto en la reanudación, que bien estuvo a punto de desbaratar todo lo conseguido en el inicio. Y es que es muy complicado mantener el tipo estando en el alambre, cogido con alifeleres y con un plantel deshecho por las lesiones.
EL PARTIDO
Fueron buenos los comienzos del equipo sobre el reducido estadio de Las Viñas. Hablaba Gálvez de «saber ocupar todos los espacios en los terrenos de juego pequeños» y el Vélez, en ese sentido, no terminó de hacerlo mal. Y eso que tuvieron que trabajarse a un completo equipo local, bien ordenado y que daba la sensación de conocer muy bien al Vélez.
Ordenado y con un centro del campo que por primera vez en varias jornadas hacía acto de presencia, el equipo blanco supo ganar en profundidad, ocasiones y dominio claro del balón. Le da mucho Arturo a este Vélez, sin duda; lo que se traduce en tranquilidad e ideas más claras de uno de sus motores principales, Javi Fernández. Fue de este, precisamente, una de las primeras ocasiones del partido, traducida en disparo fuera del área que se marchaba fuera por poco.
El Huétor Vega, por su parte, tardaba en replegarse y poca vez ganaba la espalda a una más que notable defensa veleña donde Kiki y Nacho tuvieron una destacada actuación. Controlaron bien el partido y sacaron del área de Reina todo lo poco que pudo llegar el conjunto local.
Con el paso de los minutos, un nombre resonaba en la grada viñera. Todos hablaban de Ballesteros, único punta del Vélez, que a base de sacrificio logró ganarse el respeto de un respetable que lo veía como hombre más peligroso de la expedición axárquica. De hecho, tuvo varias ocasiones claras y jugadas que levantó de su asiento a más de uno. Pero la extrema soledad en el área granadina le condenó al cansancio más extremo, puesto que la lucha fue suya arriba y eso se le notó con el paso de los minutos.
Fue el Vélez mucho mejor en la recta final del partido. Tras un paréntesis de lapsus durante unos minutos, volvía la soltura y con ello, el gol. Fue al filo del descanso cuando Nacho, que estuvo impecable durante toda la primera mitad, iba a rematar a gol un centro desde la izquierda. Se adelantaba a todos para culminar una de sus mejores faenas con algo atípico en él, el gol. Un cero a uno que mandaba a todos a la caseta y al Vélez, por primera vez, con una sonrisa en partido fuera de casa.
SEGUNDA PARTE
Tras la estancia en la caseta, algo cambió en la mentalidad del conjunto local. También en el Vélez, que salió mucho menos fresco y con uchas menos ideas a la segunda mitad. Lo resumía bien, de nuevo hablando de espacios, el técnico Antonio Gálvez: «En la primera mitad hemos sabido aprovechar los espacios que nos da este campo y en la segunda no lo hemos sabido hacer». Y tenía toda la razón. Lo malo es que los verdes de Huétor Vega sí que supieron hacerlo, aprovechando cualquier oportunidad y embotellando a un Vélez al que le costaba un mundo llegar a la portería de Migue García.
Y el partido, que murió en el fondo de la red de Reina, tuvo su historia. De hecho hubo que agradecer a los elementos la suerte axárquica, que bien vino de cara a modo de un mano a mano de Salcedo y Reina que acabó frustradoAvisaron los locales con varias jugadas seguidas que miraban muy de cara al área de Manolo Reina. Y es que desde inicio habían marcado un nivel muy distinto al que impusieron en la primera parte, y eso el Vélez lo notó. De hecho, en apenas nueve minutos habían marcado el tanto del empate. Un saque de banda desde la izquierda, centro y gol de cabeza de Salcedo, que recordaba mucho al de la primera mitad marcado en la misma portería. El ariete granadino, que fue de lo más destacado en la delantera, había conseguido un tanto que a la postre valía un punto a los locales.
Y el partido, que murió en el fondo de la red de Reina, tuvo su historia. De hecho hubo que agradecer a los elementos la suerte axárquica, que bien vino de cara a modo de un mano a mano de Salcedo y Reina que acabó frustrado; y una mano en el área veleña que vio hasta el taquillero del estadio, todos menos el árbitro, que indicó continuar porque él no creyó que fuera penalti. Dos golpes mortales para la moral local que le hicieron despertar de una fase del partido que ni ellos mismos hubieran soñado.
A partir de ahí y con la puesta a punto que dieron los cambios, Chumilla Benji y Saam, el Vélez volvió a tomar las riendas. De hecho fue quien más lo buscó en la recta final, pero ya estaba todo hecho. Varias jugadas a balón parado, disparos desde fuera del área y un fuera de juego dudoso en un mano a mano acabaron con la última esperanza que le quedaba al Vélez de sacar algo más que un punto de Las Viñas.
Al final, uno a uno y a pensar ya en lo que vendrá, que no será poco. El próximo domingo recibe en el estadio Vivar Téllez al Martos, rival complicado al que hay que comenzar por ganar y después, a seguir luchando.
FICHA TÉCNICA
Club Deportivo Huétor Vega: Migue Garcia, Ayoola, Dani Salvatierra, Manolo, Titos, Ildefonso, Salcedo, Morillas (Turrado 80′), Luis Olalla (Manu López 46′), Javi Prieto (Antonio 70′) y Alberto.
Vélez Club de Fútbol: Reina, Damián, Francis (Benji 36′), Nacho, Kiki, Arturo, Jorge Barba, Dani González, Miguel Ballesteros, Javi Fernández (Chumilla 21′) y Jesús Díaz (Saam 54′)
Goles del C.D. Huétor Vega: 1-1, Salcedo (54′);
Goles del Vélez C.F.: 0-1, Nacho (43′);
Árbitro: Gil Sergio, Alejandro (Almería)
Incidencias: Unos 150 espectadores
